Cómo elegir la hamburguesa más sana del supermercado según la OCU
Fuente del artículo: Saber Vivir / Foto: istock / Autor: Diana Llorens
La calidad de las hamburguesas envasadas puede variar mucho en función de factores como el tipo de carne o los aditivos que lleva. Te explicamos en qué debes fijarte y cómo puedes hacer tu propia hamburguesa casera.
La hamburguesa es un plato muy socorrido porque es fácil de preparar y suele gustar a todo el mundo. Sin embargo, no todas las hamburguesas son iguales y son diversos los aspectos que influyen en su calidad (desde el tipo de carne, hasta la presencia de aditivos o el modo de conservación).
Puedes comprar las hamburguesas en la carnicería (bien preparadas o bien pidiendo que te piquen la carne) u optar por las hamburguesas ya preparadas en el supermercado. Ahora bien, si compras la hamburguesa envasada del súper debes tener en cuenta diversos factores. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) nos da las claves para elegir las hamburguesas más sanas.
¿ES SOLO CARNE O LLEVA ALGO MÁS?
En las neveras del super puedes encontrar muchos tipos diferentes de hamburguesas y debes prestar atención a qué nombre reciben porque la legislación actual distingue tres tipos en función de si están hechas solo de carne o llevan otros ingredientes:
Hamburguesa de carne picada. Solo pueden denominarse y estar etiquetadas con este nombre las que están hechas con carne picada al 100% (ya sea de ternera, mixta…) y no llevan nada más (ni conservantes ni otros ingredientes). La normativa garantiza, además, que cumple unas normas de calidad. Este tipo de hamburguesas tiene que consumirse al día.
Las que es más frecuente encontrar envasadas son estas:
Hamburguesa de preparado de carne. Es carne mezclada con otros ingredientes: especias, verduras (por ejemplo, cebolla) o aditivos. Las especias y verduras y hortalizas se añaden para dar sabor a la hamburguesa; los aditivos, para que se conserve por más tiempo o tengan un mejor aspecto. En el etiquetado debe constar el tipo de carne que llevan y en qué porcentaje.
Burguer meat. Es un tipo de “hamburguesa de preparado de carne” que lleva como mínimo un 4% de cereales u hortalizas y puede llevar sulfitos.
¿SON PELIGROSOS LOS SULFITOS?
La gran diferencia entre los dos tipos de hamburguesas de preparado de carne del súper es la presencia o no de sulfitos, pero ¿qué son los sulfitos?, ¿son perjudiciales para la salud? Vayamos por partes.
Los sulfitos son unas sustancias derivadas del azufre que se añaden a muchas bebidas y alimentos (como las hamburguesas) para prolongar su caducidad, pues tienen propiedades antioxidantes y conservantes. Evitan o retrasan el crecimiento de microorganismos (bacterias, mohos y levaduras) en la carne.
A la mayoría de personas, el consumo de bajas cantidades de sulfitos no les provoca ningún problema, pero puede ser un problema para quienes sufren asma sensible a los sulfitos o que carecen de la enzima para descomponer los sulfitos. Puede provocarles dolores de cabeza, náuseas u otros síntomas.
Además, un consumo elevado de sulfitos puede provocar vómitos o dolor abdominal a cualquier persona, sea sensible o no a estas sustancias. De acuerdo con la OCU, esto es algo que debe tenerse en cuenta “sobre todo si las hamburguesas se acompañan de salsas que también los contienen”.
Para evitar los sulfitos, debes fijarte en que la hamburguesa no sea del tipo “Burger meat”.
¿CUÁNTA CARNE PUEDO COMER A LA SEMANA?
De ternera, de cerdo, de pollo… Las hamburguesas pueden estar hechas de diferentes carnes (y también pueden mezclarlas), algo que influye en la cantidad recomendada a la semana.
Carne roja (ternera, cerdo, cordero, caza…): de acuerdo con la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), no deberíamos superar las 2 raciones (200-250 gramos) a la semana, eligiendo las partes más magras.
Carne blanca (pollo, pavo, conejo…) es más baja en grasa saturada y suele considerarse más sana. La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) aconseja consumirla de 3 a 4 veces a la semana (también eligiendo las partes magras y sin piel).
Además, debes tener en cuenta que las hamburguesas, para que sean más melosas y sabrosas, suelen llevar una buena cantidad de grasa. Siempre será mejor comer un filete magro que una hamburguesa. Y es que, tal como indican desde la OCU, la hamburguesa "de media, tiene más del doble de grasa, menos proteínas, tiene hidratos de carbono (en forma de azúcar o almidón) y mucha sal".
CÓMO HACER UNA HAMBURGUESA EN CASA
Si quieres controlar bien la calidad de la carne, la cantidad de grasa que tiene y los condimentos de la hamburguesa, lo mejor es hacerla tu mismo en casa.
En la carnicería, elige un trozo de carne de añojo magra y pide que te lo piquen (calcula unos 150-200 gramos por persona). Además, necesitarás:
Miga de pan (unos 25 gramos por ración de 200 g de carne) remojada
Medio huevo
Sal
Pimienta
Cebolla pochada
Opcional: otros ingredientes, como queso, setas, especias…
Preparación:
En un bol, pon la carne, la miga de pan bien escurrida, el huevo, la sal, la pimienta, la cebolla y los otros ingredientes que desees incorporar a tu hamburguesa. Mézclalo todo bien con las manos.
Cuando esté todo ligado, forma bolas con las manos y luego aplástalas para que darles forma de hamburguesa.
Cocina las hamburguesas a fuego alto por los dos lados (vigilando que no se queme) y ya las tendrás listas para comer.
Si prefieres comerla en bocadillo, al estilo americano, solo tienes que elegir un pan de calidad (mejor si es integral) y colocar la hamburguesa dentro acompañada de una rodaja de tomate, unas láminas de pepinillo encurtido, lechuga y cebolla. ¡Que lo disfrutes!