Descubre la razón por la que no puedes resistirte a ese segundo bocado: la culpa es del Umami
Esta es una característica común de muchos de los alimentos más irresistibles.
El fenómeno de no poder resistirse a ciertos alimentos tiene un nombre: umami. Este quinto sabor, que se suma al dulce, salado, amargo y ácido, desencadena a menudo nuestros impulsos alimentarios. Los alimentos ricos en umami, como el jamón serrano, los champiñones o el queso parmesano, son conocidos por estimular nuestro apetito y hacernos comer más de lo que planeamos.
El umami se deriva de los compuestos L-glutamato, ácido inosínico y ácido guanílico, presentes en alimentos como pescados, carnes, setas y verduras. Sin embargo, la industria alimentaria también utiliza glutamato monosódico como potenciador del sabor, y lo encontramos en una variedad de alimentos procesados.
Este aditivo alimentario puede generar problemas de salud, como la estimulación excesiva de la insulina, lo que puede llevar a un aumento del hambre y, a largo plazo, contribuir a la obesidad y la diabetes. La conciencia sobre cómo estos ingredientes afectan a nuestra alimentación es esencial para tomar decisiones informadas sobre lo que comemos y proteger nuestra salud a largo plazo.
En definitiva, el umami es un sabor intrigante que puede desencadenar nuestros deseos de comer en exceso. Aunque es un componente natural de alimentos saludables como carnes y verduras, la industria alimentaria también lo utiliza en su beneficio. Es fundamental que seamos conscientes de cómo estos sabores y aditivos pueden afectar a nuestra salud y que tomemos decisiones informadas sobre lo que consumimos.